30 de julio de 2020
El Registro Electoral incluye a los ciudadanos venezolanos para que puedan ejercer el voto. El mismo se actualiza para incluir a nuevos votantes o excluir a quienes hayan fallecido. Las actualizaciones también sirven para modificar la residencia de electores registrados. Con vistas a los próximos comicios parlamentarios se implementó una jornada especial de actualización de dicho Registro y se establecieron -inicialmente- solo 14 días, esto es, desde el lunes 13 hasta el domingo 26 de julio de 2020.
Se habilitaron apenas 551 puntos a fin de que acudieran a ellos una gran cantidad de jóvenes, para lo cual requerían cumplir con dos requisitos: haber cumplido 18 años y tener su cédula laminada, aunque estuviese vencida. Debían acudir a la jornada, además, todos aquellos electores que hubieran cambiado de domicilio.
En el año 2015, ante un proceso electoral de similares características, el Consejo Nacional Electoral (CNE) activó una jornada de inscripción y actualización de datos en el Registro que tuvo una duración de cinco meses y contó con la habilitación de 1.568 puntos en la totalidad de los 335 municipios, situación muy diferente a la que se presentó con vistas al evento programado para diciembre próximo.
Entre los días 23, 24 y 25 de julio, por ejemplo, se pudo constatar que no estaban operativos algunos puntos referidos en la web del CNE para el Distrito Capital y el municipio Chacao. Además, se habilitaron centros de actualización itinerantes, pero no se difundió cuándo y dónde funcionaban esos centros, con lo cual solo aquellos con información privilegiada pudieron organizarse para utilizar los operativos e inscribir o actualizar los datos de residentes de esas comunidades. Esto dificultó aún más a los ciudadanos el cumplimiento de este derecho y deber.
Como se indicó anteriormente, estaba previsto que el proceso cerrara el pasado domingo 26. Sin embargo, el CNE le comunicó al país ese mismo día una prórroga de 72 horas, justificándola por las dificultades que se presentaron en diversas zonas del país como consecuencia de las medidas de cuarentena ordenadas por el Gobierno.
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV estima que tal prórroga de ninguna manera subsanó las consecuencias negativas derivadas de los pocos días determinados para llevar a cabo la jornada de registro. Y no da pie, en manera alguna, para considerar como exitosa la jornada celebrada.
Durante las dos semanas y tres días del operativo
especial de actualización del Registro Electoral hubo distintos niveles de
restricción por la cuarentena, dificultando y en muchos casos haciendo
imposible que las personas pudieran cumplir con el requerimiento exigido, lo
que sin duda lesiona un derecho importante en una sociedad democrática: el
derecho al sufragio.
En suma, el OEV considera que la prórroga no maquilla siquiera los factores determinantes de unos resultados que seguramente dejaron mucho que desear; esto es, la poca promoción que se hizo del evento, el escaso tiempo del cual se dispuso, un número insuficiente de oficinas de centros para el Registro, el hecho de que las dependencias encargadas de la cedulación no intervinieran activamente en la jornada estando muchas de sus oficinas cerradas y, finalmente, pero no por ello menos importante, la pandemia.
Como lo han señalado diversos sectores de la sociedad venezolana, así como muchas organizaciones, entre ellas el OEV, la manera como transcurrió el proceso de inscripción y actualización de los ciudadanos en el Registro Electoral es un mal mensaje y no logra disipar las dudas que una buena parte del país mantiene respecto a la calidad del venidero proceso electoral. Muy por el contrario, las profundiza.
Por el bien de todos, es imperativo introducir las rectificaciones necesarias.