Caracas 25 de julio de 2020
El Foro Interreligioso Social, instancia entre comunidades e instituciones religiosas y organizaciones basadas en
la fe, expresó preocupación por la poca incidencia que el ingreso de la ayuda
humanitaria ha tenido en la población venezolana, debido a la dimensión de la
crisis que existe en el país.
A través de un comunicado, los líderes de la Iglesia
Católica, la Comunidad Judía, el Consejo Evangélico de Venezuela, la Confederación
Unicristiana de Venezuela y la Iglesia Anglicana; coincidieron en la necesidad
de recoger el planteamiento y la preocupación de la Alta Comisionada de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en el sentido de llamar la atención
de las autoridades para que permitan el ingreso al país del Programa Mundial de
Alimentos. “Vemos
con preocupación que el Estado venezolano no tiene hoy los recursos ni las
capacidades requeridas para mitigar los efectos de estas privaciones que padece
nuestro querido pueblo. Si bien celebramos los esfuerzos humanitarios
coordinados por agencias de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias
nacionales e internacionales, así como el reciente acuerdo firmado entre el
Ministerio del Poder Popular para la Salud, la Asamblea Nacional y la
Organización Panamericana de la Salud, resaltamos que son aún muy insuficientes
dada la severidad de la emergencia que atraviesa nuestra población”; se señala
en el documento.
Indicaron que más de 9,3 millones de personas se
encuentran en situación de inseguridad alimentaria aguda en el país, de acuerdo
con un estudio del propio Programa Mundial de Alimentos y alrededor de 17
millones de venezolanos ya estaban, en marzo de 2019, implementando estrategias
de supervivencia y en riesgo de entrar en inseguridad alimentaria aguda. Lo
anterior, aunado a la presencia de la COVID-19 y la escalada en el aumento de
los contagios, colocan al país y a sus ciudadanos en condiciones realmente
dramáticas en términos de indefensión y vulnerabilidad. Esta situación, que ha
encendido las alarmas de las
organizaciones sociales y de defensa de los derechos humanos además de la
comunidad internacional que sigue el proceso de la crisis humanitaria compleja,
ha sido alertada en estudios, reportes e informes como
el Reporte Global de Crisis Alimentarias 2020, el Informe sobre Seguridad
Alimentaria bajo la Pandemia de la COVID-19, realizado por la FAO y la CELAC,
los estudios realizados por el Instituto Europeo de Paz y la reciente encuesta
ENCOVI, adelantada por investigadores de la Universidad Católica Andrés Bello.
“Lo que
internacionalmente se conoce como una “emergencia humanitaria compleja”, ahora
agravada por la pandemia, ha dejado como consecuencias inevitables, entre
otras, privaciones en los derechos a la salud, la alimentación, la educación,
los medios de vida, la seguridad y el acceso a servicios básicos”, expresaron
los religiosos, quienes reiteraron el llamado “sin dilaciones” a todos los
actores políticos y gubernamentales a trascender las posturas y a poner al país
en primer lugar en la agenda. “Tenemos una responsabilidad colectiva de
encontrar soluciones duraderas y de elaborar las propuestas desde el país que
tenemos, reconociendo sus clamores y demandas. La preocupante situación de
nuestra población exige de nosotros, del Estado venezolano y de todas las
organizaciones e instituciones sociales, económicas y políticas, adoptar con
urgencia medidas de acompañamiento para superar sus condiciones de
vulnerabilidad.”, concluyeron
Dios permita que la iglesia y demás instituciones religiosas unidas logren que este régimen entre en razón.tenemos muchos necesitados.
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