Hace días amaneció el titular de la presidencia de Hidrocapital haciendo alarde de las reparaciones que se estaban llevando a cabo en el municipio, con relación a las tuberías que semanalmente colapsan ocasionando grandes daños en distintas vías del sur este de la ciudad.
Sus voceros, los representantes de la Alcaldía de Baruta, señalaban que eran tres las averías a reparar, las cuales se estaban haciendo casi en paralelo.
Hoy amanece el ciudadano de a pie, impedido de asistir a su trabajo, ya que después de tres semanas sin recibir agua, pareciera que a tempranas horas les iba a llegar este servicio, por eso su ausencia laboral, para satisfacer su necesidad del agua haciendo una cola de madrugada, acarreando el líquido para su casa, terrible situación esta.
Reuniones, asambleas de vecinos, mesas técnicas de agua, cartas, pliegos de firmas, han resultado inútiles frente a la testarudez de los dirigentes en su afán de no querer abandonar la ausencia de una política dirigida al rescate de los servicios públicos.
Señores, hasta el cansancio hemos repetido que necesitamos inversión y más inversión. De nada sirve reparar varias veces las averías cuando no se ataca la causa del problema.
Amanecemos con otra avería, en El Cafetal o en Macaracuay y persiste la misma avería en Pablo VI, y así sucesivamente semana tras semana tendremos el mismo escenario, y mientras tanto cada director o presidente de la empresa hídrica, tendrá sus 5 minutos de gloria, haciendo el amago de estar atento a las fallas del servicio.
Señores o se implementa una política de atención inmediata a los servicios públicos, o seguiremos en franco retroceso al siglo XIX.
Necesitamos un cambio urgente, necesitamos atención, inversión y desarrollo, ¡¡más nada!!
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