21 de junio de 2021

Mi viaje a Barquisimeto


Autor: Carolina Jahn.

Por razones de emergencia me vi en la obligación de viajar a Barquisimeto, una emergencia que tuvo que posponerse por un día de preparación de viaje.

La preparación consiste en conseguir gasolina.

Las recomendaciones fueron: llévate dos bidones de 20 litros de combustible cada uno y así lo hice, para ello tuve que llenar mi vehículo de gasolina en las bombas no reguladas de Caracas, para luego sacar gasolina y llenar con ella los bidones y de esa manera poder hacer el viaje.

Barquisimeto, capital del Estado Lara, después de Caracas, Maracaibo y Valencia la cuarta con mayor índice poblacional, cuna musical de Venezuela, llena de jardines y un esplendor que languidece en esta fatal economía.

De Caracas a Barquisimeto hay 364 kilómetros, más de 4 horas de recorrido, kilómetros que otrora mantenían una veintena de estaciones de servicio y que hoy en día sólo unas pocas poseen la estructura para abastecer el consumo de miles de usuarios. Interminables filas de carros se aparcan pacientemente a la orilla de carretera en espera del servicio.

Mi viaje, como dije al principio era de emergencia, por tanto no podía pasar un día y medio haciendo cola para surtir mi vehículo con gasolina, eso era algo impensable.

Y así fue como fui y vine con mi tanque original lleno y con 40 litros de gasolina en la maleta del carro.

La guerra económica, me dirán y yo pienso, uno va para la guerra preparado, sabiendo con que armas cuentas…si no tienes suficiente armamento no te lanzas a la guerra, y si lo haces simplemente estas sacrificando a tu ejército en pos de un bajo orgullo.

Esta guerra comenzó con un país destruido, con la industria petrolera vencida por tanto desangre, consecuentemente por la falta de inversión perdimos las refinerías que anteriormente producían gasolina para exportar después de abastecer al mercado interno; una nación que tenía la estructura eléctrica más completa de Latinoamérica y, ya antes de la guerra económica, presentaba fallas que obligan a regular la electricidad; un territorio que posee la mayor reserva hídrica del continente y sus habitantes viven en una sequía interminable, mucho antes de la guerra económica. No hacen falta pruebas, todo el territorio está padeciendo esta situación.

Por tanto señores esto no es una guerra económica esto es un sacrificio humano, esto es el camino al matadero llevado por sus propios verdugos.

Maduro, si no puedes ganar la guerra ríndete carajo!! y déjanos en paz!!!.

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