¿Se acabó la calidad de vida en Venezuela?
De acuerdo al bienestar social, a la satisfacción de las necesidades de la población, se puede precisar el nivel de calidad de vida de los ciudadanos de un país.
Las necesidades básicas de una sociedad se podrían agrupar en torno a los servicios públicos, los servicios de salud, los servicios alimentarios, servicios legales, entre otros.
En Venezuela el estado asumió ese rol administrador de los servicios públicos, la electricidad, el agua, la telefonía, el combustible.
Este mes se desarrollaron en el país mas de 600 protestas por fallas en estos servicios.
Todo indica que la satisfacción de las necesidades básicas que proporcionan los servicios públicos, no están siendo cubiertas. La escases de agua potable, el racionamiento eléctrico, un servicio de Internet deficiente y mayormente ausente, al igual que el racionamiento del gas y la gasolina, confirman esta teoría.
De acuerdo a esto, el nivel de la calidad de vida del venezolano esta en caída libre y si a todo esto le sumamos, la inexistencia de un servicio hospitalario completo y abastecido y una hiperinflación que con dificultad le deja al venezolano algo de poder para afrontar los gastos de alimentación, nos encontramos con una población sufrida e infeliz.
En conclusión, nuestra calidad de vida se deteriora y la supervivencia se dificulta cada día mas. Esta condición repercute directamente en las relaciones familiares y en el equilibrio físico y mental del venezolano.
Ojala la indolencia del Estado, la debilidad y falta de contundencia de los dirigentes políticos desaparezcan y se conduelan de esta profunda crisis humanitaria por la que actualmente atraviesa la población de nuestro país. Apostamos siempre a que esto suceda.
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