Editorial
Baruta En Movimiento
23 de enero de 2020
El jueves 23 de enero se cumplen 62 años de un hecho que marcó la
historia democrática en nuestro país, el derrocamiento de la dictadura de
Marcos Pérez Jiménez.
El 7 de diciembre de 1958 se celebraron elecciones para elegir al
Presidente de la República, a los integrantes de las dos cámaras del Congreso
Nacional, las asambleas Legislativa de los Estados y los Concejos Municipales
del país. A partir de ese momento se realizaron elecciones en Venezuela,
periódicamente.
En 1989 producto de innumerables discusiones sobre el sistema
político, al seno de organismos como la Comisión para le Reforma del Estado, el
Consejo Supremo Electoral y los partidos políticos, se llevó a cabo una novedosa
reforma electoral que permitió la elección directa de nuestros gobernadores y
alcaldes.
Esta reforma generó el fortalecimiento de los liderazgos regionales,
con esta elección, las figuras políticas locales que trabajaban por sus
comunidades lograron su elección en los estados y municipios correspondientes.
Lamentablemente hechos y sucesos políticos como “El Caracazo”, y los
dos golpes de estado del año 1992, pusieron a prueba nuestro sistema
democrático y lo resquebrajaron, quienes tenían la responsabilidad de la
conducción del país no rectificaron.
Esto trajo como consecuencia la matriz de opinión negativa que se
generó alrededor de los partidos políticos que acusaban ya un desgaste de sus
liderazgos.
Otro hecho político importante lo constituyó la elección de la
Asamblea Nacional Constituyente que elaboró la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela de 1999.
Hoy nos encontramos frente al desmantelamiento de nuestra institucionalidad,
de la violación de nuestros derechos, presenciamos el permanente irrespeto del
marco constitucional.
Asistimos al deterioro y olvido de todo aquello que logramos, olvidamos
para que luchamos, olvidamos lo que hicimos, olvidamos lo que fuimos como país,
con una democracia que llegó a ser ejemplo para nuestro continente y solidaria
con países hermanos que cuando atravesaron por feroces dictaduras, contaron con
el apoyo de nuestros gobiernos.
Por ello es necesario recuperar lo que se logró, un país en
desarrollo con una eficiente industria petrolera, fuertes industrias básicas,
con infraestructura vial, con grandes universidades, hospitales de primera
línea, con recursos humanos de alta competencia, entre otras fortalezas.
En este nuevo aniversario la reflexión es a decirle no a la barbarie,
recuperemos nuestro país, recuperemos la historia perdida.
La convocatoria es a las organizaciones de la sociedad civil, a los
partidos políticos y a los ciudadanos, a que ejerzamos nuestro rol como agentes
de cambio para lograr esa Venezuela que todos anhelamos.
Hagamos valer nuestros derechos, luchemos por nuestra democracia.
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