Opinión
Las evidencias del abandono son las condiciones en las que se encuentran nuestras comunidades.
Cuando uno recorre Caracas son más que evidentes la falta de mantenimiento y atención a los problemas cotidianos de sus ciudadanos. Huecos, botes de aguas, semáforos que no funcionan, postes eléctricos apagados y, la ausencia de las instituciones “encargadas” para solucionarlas, es lo más evidente
Antiguamente era común observar las cuadrillas de HidroCapital reparando botes de agua en cualquier punto de la ciudad, o Corpoelec cambiando los bombillos de calles enteras que se habían quedado a oscuras por nombrar algunas. Pero ahora, sólo se ven en casos de “verdadera emergencia”.
Para el Caraqueño es común en su día a día, revisar los chats vecinales, twitter y denunciar con fotos y vídeos sobre los diversos problemas.
¿Cuántas veces usted no ha tomado una foto de un hueco y lo ha compartido en su grupo de vecinos? Es tan usual, que ahora hay grupos temáticos: agua, gasolina, solidaridad, seguridad, luz.... Usted nombre el problema, y seguramente existirá el grupo de WhatsApp para ello.
El venezolano tiene una asombrosa capacidad para hacerle frente a los problemas e inconvenientes por los que atraviesa. Lamentablemente las instituciones no van al mismo ritmo y están prácticamente desaparecidas en su accionar.
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