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20 de julio de 2022

Manzanares se organiza



El pasado Lunes 18 de julio, nos complació acompañar a una Asamblea de Vecinos en el Sector Manzanares donde se dieron cita las urbanizaciones Manzanares Este y Oeste (Asomanzanares), Lomas de Prados del Este (Asolopra) y Alto Prado (Asoalpra). 


Es indudable la necesidad de una alianza entre los vecinos del sector, para lograr una organización que pueda dejar una huella en la exigencia de nuestros derechos fundamentales y universales por la defensa del agua como un derecho humano, del que absolutamente TODOS debemos disponer de forma suficiente, aceptable, accesible y asequible, para uso personal y doméstico los 365 días del año las 24 horas del día (excepto en casos de fenómenos climáticos, los que no se presentan desde el año 2015 con "El Niño").

El propósito de esta Asamblea convocada por Asomanzanares fue realizar una lluvia de ideas con relación a la problemática del agua en el sector, quienes una vez más no recibieron (sobre todo las cotas altas) ni una gota de agua y aquellas que recibieron, el tiempo no fue suficiente para llenar ni un solo tanque en el sector.

La reiterada y cada vez mas deficiente falta de servicio, que de 720 horas facturadas lo que reciben son escasas 78 al mes, falta de respuesta y compromiso de la Gerencia de Hidrocapital, nos obliga a desarrollar estrategias más allá de las  utilizadas hasta la fecha. Las conversaciones y reuniones que venimos realizando desde el 2019, tanto con la Gerencia de Hidrocapital y como con la Presidencia del acueducto, no nos han llevado a ningún resultado para obtener mejoras en el servicio.



La falta de transparencia con los recursos que se inyectan a la RED Hidrológica (REM) de los cuales no vemos mejora alguna, nos obligan a ejercer nuestro derecho a realizar la contraloría social consagrada en nuestra CRBV, ya que la falta de transparencia es un vicio que queremos erradicar TODOS los venezolanos de la cosa pública.

De la base instalada en el período de mal llamada 4ta. República, sólo funciona en un 40% de su capacidad, considerando que nunca fue incorporado el Tuy IV y que el Tuy III comenzó a cubrir deficiencias del Tuy II en algunos sectores, afectando cada vez más la capacidad del Tuy III, amén de las consecuencias de su falta de mantenimiento, dejando a Manzanares, Alto Prado y Lomas de Prados del Este (Tuy III) con menos horas de suministro semana tras semana, sin personal calificado, sin recursos y sin incentivos para estos trabajadores a los que tenemos el placer de acompañar, apoyar y sobre todo respetar cada vez que se acercan a nuestras comunidades.


Del Tuy IV no se puede hablar, es un tabú, un VP de HidroCapital tuvo el desparpajo de insistirnos que el Tuy IV nunca existió. Lo lamentable es que a falta de agua, los ciudadanos de a pie, estamos mejor informados que quienes ocupan estas posiciones en Hidrocapital.


Pues entendemos que llegó el momento de articular esfuerzos entre vecinos, para apoyarnos, para alzar nuestras voces para que sean escuchadas, sin miedo y con la plena seguridad que la ley nos asiste nacional e internacionalmente, es allí cuando Baruta En Movimiento se hace presente con su grupo de líderes voluntarios, quienes comprenden que los cambios solo se dan cuando existe un compromiso para lograr el objetivo.


Sin adelantarnos a los resultados de esta asamblea, ya que sus conclusiones son estratégicas y no nos corresponde a nosotros difundirlas, queremos resaltar nuestro beneplácito al ver que siguen existiendo comunidades comprometidas, conformadas por individuos que pasaron a ser ciudadanos. La conciencia de la importancia de su rol para la obtención de resultados a los problemas comunes es una máxima en nuestros líderes comunitarios, en pleno conocimiento de que las soluciones sólo funcionan cuando son compartidas.


Desde Baruta En Movimiento queremos exaltar estas iniciativas y ofrecer nuestro acompañamiento a estos gestores y líderes comunitarios. Nos llena de orgullo saber que aun en los momentos más difíciles, no nos damos por vencidos porque entendemos que somos una fuerza vital, amparada en el Artículo 5 de nuestra constitución, somos los mandantes y las autoridades no son más que servidores públicos al servicio de nuestras comunidades, no permitan que nadie los confunda!.


El Equipo de Baruta En Movimiento



30 de junio de 2020

"Oda al país que yo quiero" por Carlos Cuellar Brown para The Wynwood Times

Oda al país que yo quiero


Por Carlos Cuellar Brown.

Yo pertenezco a una nación huérfana, que se desmoronó entre trasnochados golpes y trapisondas de medianoche, secuestrada por un estado tan vil como el alacrán que pica por la espalda y asalta a quema ropa. Pertenezco a una nación desarticulada por miles de caminos que conducen a senderos rocosos, flanqueados por precipicios de huecos profundos, desde donde una nación embarrada en arenas movedizas, no le queda más compañía que la del caimán y la anaconda que acecha.

Sin embargo, yo, como millones de otros, quiero que me devuelvan a mi país desecho, para empezar de nuevo, para recoger sus pedacitos regados de duelo luego de esta larga noche, donde el amanecer despierto y el aroma de sabana dulce nos abrace a todos, como las madres que abrazan emocionadas a sus hijos pródigos que han vuelto.

Yo quiero un país donde la copla llanera no se congele en una nevada andina, y el turpial enamorado le siga cantando a la sirena caribeña. Donde las cataratas del Ángel limpien centurias de tropiezos garrafales y la selva crezca y arrope nuestros desaciertos. Donde los mantos grises del bosque nublado cubra el horizonte de dunas blancas solitarias, y abajo los campos fértiles alimenten a un pueblo noble que se crece ante la luna llena.

Yo quiero un país donde nos encontremos todos sin importar el color, ni la edad, ni las prendas que se lleva. Yo quiero un país donde el individuo no sea medido por los derechos que un estado le otorga, porque nuestros derechos son derivados de las leyes naturales y nuestras libertades son inalienables, entregadas por Dios cuando nos dio libre albedrío.

Yo quiero un país donde haya dictadura, pero me refiero a la dictadura de la ley, y no a una ley politizada, sino más bien a la ley cuya misión sea defender los derechos de los individuos, una ley que no permita que se atropellen los derechos de los unos y los otros, porque es ahí donde somos iguales todos.

Yo quiero un país donde los ejercicios de poder no sean para agraviar al ciudadano, donde el que nada tiene por lo menos tenga una representación ecuánime en una corte expedita donde exista una legítima defensa. Donde no haya mayor interés que el de una nación de igualdades ante la ley y ante las oportunidades, donde tu superación no dependa de tu apellido, ni del bolsillo de un acomodado.

Yo quiero que mi país sea una república, donde el gobierno lo constituya un puñado de hombres y mujeres capaces y honestos, donde el estado sea pequeño y se acabe el estado como negocio. Yo quiero un país donde los poderes sean de verdad autónomos, con base en méritos y no designados a dedo, ni por planchas, ni por nóminas partidistas, donde los términos de servicio público sean breves y sin reelecciones, donde el poder ciudadano sea real y pueda alzarse en armas contra las tiranías siempre.

Donde la naturaleza sea querida y tenga igual derecho de vida que nosotros, donde se respeten los ancianos y haya libertad de credo, porque un país empieza con la moral de sus hijos, con las luces de sus pueblos. Donde la propiedad privada sea rey y se imponga sobre los predios. Donde la prensa sea libre y no obedezca a los intereses de los medios. Más aún quiero un país donde la prensa libre sea el cuarto poder y su función sea criticar y vigilar sigilosamente a los funcionarios elegidos que manejan nuestros destinos.

Donde el ejercicio cívico empiece por respetar a terceros, a los otros. Donde el orden y la creatividad no sean contradicciones. El país que yo quiero no es una pobre nación en el destierro, no es un país que expulsa a sus hijos a caminar descalzos por cumbres borrascosas. Yo quiero un país donde podamos sepultar a nuestros muertos en tumbas que no son profanadas por hordas de maleantes desesperados. Donde sea uno libre de pensar lo que quiere y hasta de proclamar si usted gusta, en cualquier plaza o esquina, donde el diálogo permita entenderse con puntos de vista distintos, sin estar de acuerdo. Donde la cordialidad y las buenas costumbres sean el pan de todos los días.

 Quiero un país donde las fronteras contengan a una nación libre y ordenada, libre de contrabandistas y de guerrilleros, de especuladores y traficantes de ilusiones, y de ser así convoco una vez más a la mano dura de la ley que de ser necesario y probablemente lo sea, use sus fusiles para resguardar nuestras delimitaciones. Porque no existe país sin fronteras.


Sueño un país con una economía moderna donde se acabe la “maquinita” de imprimir dinero, donde se incentive a los pequeños y medianos productores que junto a los centros de investigación y las escuelas técnicas, formen el frente nacional de reactivación industrial. Donde los individuos existan económicamente. Donde el producto interno bruto sea medido por la capacidad de producción de nuestros trabajadores.

Donde el ingreso producto del sudor de nuestras frentes no sea materia de impuestos sobre la renta, porque no subsistimos para mantener al estado y por supuesto mucho menos a un estado forajido. Sueño con un país donde el petróleo y minas, de verdad sean riquezas que siembren nuestras tierras, donde se agigante la agricultura regenerativa. Quiero un país donde la industria privada genere infraestructura y construya un país moderno, eso sí, respetando la ecología y condenando la destrucción del medioambiente, sobre todo porque en nuestro caso, es un recurso no renovable que enaltece nuestra gran belleza y biodiversidad.

Yo quiero un país donde la internet sea gratuita, abierta y libre y que así sirva de plataforma educativa, porque la mayor riqueza de un país son sus habitantes instruidos. En este país los deportes, las ciencias, el arte y la literatura serán pisos fértiles que forjarán generaciones de ingenieros, profesores, arquitectos, doctores, enfermeras y usted diga, creando una gran masa de profesionales calificados, muy bien actualizados. Y parte principal de este proceso sea inculcar desde chiquitos, la disciplina y el trabajo, donde estos atributos dignifiquen la humanidad y el progreso. Solo con el amor al trabajo y la perseverancia se logrará superar nuestras taras y retrasos. Y porque la riqueza no se transfiere, no se roba ni nos las da un estado paternalista, la riqueza se produce con nuestras mentes y con nuestro mayor esfuerzo.

Y no crean que soy ingenuo por querer un país como el que yo quiero, y porque es de humanos soñar con un mejor destino, donde se siga errando constructivamente, evolucionando los atributos que hemos heredado del cielo. Y claro no existen utopías históricas, ni caminos rectos, pero en las ondulaciones de cualquier río amazónico, se van sedimentando los embancamientos de un territorio que recoge su caudal grueso al llegar al delta, desde donde se vacían sus aguas, al mar abierto del atlántico medio.

El país que yo quiero imaginar es aquel donde se elimine la lepra política y se purifique la sociedad, donde se pacifiquen las diatribas familiares y exista una recomposición política y social de libertades fundamentales desde donde se construya un nuevo estado con gente honrada y digna. ¿O es que acaso no existen o más bien será este un sueño soñado?

Yo quiero un país donde los miles de millones de dólares que se robaron durante décadas de corruptelas administrativas sean devueltos e invertidos en hospitales, escuelas y centros asistenciales que protejan a los desposeídos. Sueño con un país donde se haga justicia y paguen bien caro todos los que huyeron con sus fortunas mal habidas. Donde el crimen organizado y los hampones de barrio sean apresados y paguen condenas y sobre todo donde los infiltrados y los mercenarios que cohabitan con los que usufructúan nuestros tesoros y diamantes, sean expulsados y entregados a tribunales internacionales. Donde los delitos de lesa humanidad cumplan sus sentencias, donde se recompense y se rinda honor a los héroes caídos en las luchas de franela. Un país donde se le levante una estatua a Franklin Brito que no solo fue un hombre sencillo que defendió con su vida sus tierras confiscadas, sino que también representa el coraje de una nación que se resiste a la muerte y simboliza a los miles de hombres y mujeres que han derramado sus sangres sobre esta, mi querida tierra.

Yo quiero un país donde podamos sanar nuestras heridas y estas empiezan por pedirle perdón al que a ciegas nos negó una mano amiga, donde podamos acordar que nada es perfecto y nos debemos un mejor presente. Un país libre de caudillos y montoneras, libre de “conchupancias” partidistas, libre de reyezuelos e improvisados feudos violentos, donde los privilegios no tengan cabida, ni existan leyes selectivas para grupos y consorcios. Donde los vecinos se den cuenta de que sin los unos y los otros no se construye sino un oprobio.

Yo quiero un país donde redescubramos la hispanidad, y porque es el idioma lo que nos une como gran familia, desde las Floridas hasta la Tierra del Fuego, es el hilo cultural que pone la mesa servida, desde donde blancos, negros, indígenas, mestizos, orientales y europeos se sientan juntos para brindar por un luminoso porvenir venidero.

 Y no basta con querer este país que nunca tuve, para esto hay que empezar todos por construir bloque a bloque, casa por casa, paso a paso, carreteras de la esperanza, que nos lleven al país próspero que siempre quisimos. Alimentemos desde ya, desde los mil sitios esta semilla que hoy germina, para que desde el subsuelo nazca erguida como los árboles, la cuna de millones de ciudadanos claros y la gloria de un bravo pueblo que no se rinde, que ante el sol inclemente de la llanura, busca descanso entre sombras y dictadura, para después dar un paso al frente y despojarse de este lastre histórico. Después de ser pisoteada por las terribles botas de la tortura, te pido Dios grande infinito, que concibas el vientre fecundo de mi madre violada, y que santifiques de un embarazo digno, el nacimiento de una patria amada que recibe con sus brazos abiertos a sus hijos desde el lejano olvido.

Contacto de C. C. Brown:


Webpage: https://carloscuellarbrown.wixsite.com/author
Instagram: @firuncio9
Twitter: @firuncio

26 de marzo de 2020

Tic-toc-tic-toc: Venezuela y Coronavirus, una bomba de tiempo, escrito por Pedro Delgado




23 de marzo de 2020

En Venezuela hay que actuar con urgencia. La epidemia en desarrollo de Covid-19 debe ser manejada dejando a un lado los extremos políticos — es un tema sanitario, de civismo, de humanidad.

Las observaciones que hago a continuación vienen de un Venezolano preocupado por el país y por mi familia, y se respaldan en mi experiencia en mejora de sistemas de salud en países de Latinoamérica y Europa. Además, viviendo en el Reino Unido observo a diario el impacto que la epidemia está teniendo en el día y a día de la ciudadanía y del sistema de salud.
Todavía sabemos poco del Coronavirus, pero ya sabemos un poco más. Comentando a raíz de su estudio publicado de los últimos días, Neil Ferguson de Imperial College en Londres remarcaba que “el mundo enfrenta la mayor crisis de salud pública de las últimas generaciones”. Ayer se publicó un mapa interactivo interesantísimo de como viajó el virus desde su comienzo en China. En Alemania e Inglaterra se estima que más del 50% de la población será alcanzada por el Coronavirus — en muchos casos las personas lo sufrirán incluso sin saberlo por lo leve de los síntomas. En los Estados Unidos, los escenarios arrojan números posibles de entre cientos de miles hasta 2 millones de muertes como consecuencia del Coronavirus. Estas son sociedades de altos ingresos, con sistemas de salud funcionales y con capacidad de respuesta económica.
También poseemos información sobre lo que hay que hacer para aplanar la curva, incluyendo el distanciamiento social y medidas básicas de higiene de manos.



En casi ningún país se hacen pruebas a todos los casos sospechosos, pues la disponibilidad de los kits es relativamente baja, y la logística de hacer pruebas pone presión en los sistemas de salud que están preparándose para la avalancha de casos con síntomas leves o moderados y complicados. Por ende, los números reportados tienden a ser un subestimado importante de los casos reales. Muchos gobiernos (ejemplo de Escocia en el gráfico) incluso promueven guías claras de que hacer en casa en caso de tener síntomas , por grupos específicos ligados a riesgo (en inglés) y con el fin no ahogar la capacidad del sistema de salud:



Muchos países como Italia, España, y el Reino Unido ya han pasado de la contención a la etapa de mitigación, con la intención de trabajar en conjunto entre el gobierno, el sistema de salud, y la sociedad para aplanar la curva.